¿No saben que ellos también son trabajadores?

Este martes vi con sorpresa y desagrado que me habían dejado de regalo, junto al cordón de mi vereda, unas cuantas bolsas de basura.
Como es de suponer, cuando las encontré ya estaban rotas por los perros.
Parece mentira, pero la gente no sólo no presta atención a los anuncios referidos a la recolección de la basura durante los feriados, no entiende que los recolectores son trabajadores y que tienen derecho a descansar en su día y además, no le importa en lo más mínimo la buena convivencia con sus vecinos.

Alicia

No le tiran flores...

Todos los días voy a trabajar en mi moto y cuando paso por la cuadra de Juan Francisco Seguí, entre Ituzaingó y Colombo, debo hacer mil maniobras para esquivar las tremendas roturas del pavimento.
Por supuesto, los automovilistas me gritan de todo, como si la culpa fuera mía.

Oscar